PRIMERA PARTE
MIENTRAS LA MONA SE COME LAS BANANAS DEL ESTADO, LOS CHICOS SE LLEVAN
CUARTETO A MARZO. ESCRIBE: LÁZARO LLORENS
Para la gran
mayoría de los cordobeses “La Mona” es una celebridad, poco menos que un Dios
que representa la cultura popular cordobesa.
Por ello, nada de
lo que él hace o dice se puede cuestionar.
No se puede
cuestionar sus relaciones con el poder de turno.
Tampoco sus bailes,
donde un vaso de fernet salen una fortuna y cada tanto arroja uno o que otro
muerto.
Mucho menos su
vínculo con el extinto Banco Social, del cual se esfumaron millones de dólares
con créditos truchos, entre los cuales figuraba La Mona.
Ni las exenciones
impositivas que el año pasado recibió del gobernador De la Sota, como pago a la
patética campaña que el cantante hizo a favor del mandatario provincial.
Si señores, en la
Docta de la Reforma Universitaria y la del Cordobazo, hablar de estas
contradicciones de La Mona es ser casi un hereje.
¿Por qué esta
prohibición?
Muy simple,
porque La Mona, antes que ser un artista popular, es un artista del partido
cordobés, quien con una perorata rebalsada de demagogia, se acerca a
gobernadores, intendentes, y funcionarios, de todos los colores o
ideologías, para recibir las jugosas bananas del Estado y de ese modo
acrecentar su ya abultada cuenta bancaria que celosamente cuida su esposa Juana
Delseri.
Una prueba de ello
es la demagógica ordenanza que el intendente Ramón Mestre hizo aprobar al
concejo deliberante, el 4 de julio pasado, para declarar al cuarteto,
“patrimonio cultural” y que busca que la UNESCO, -si escuchó bien la U-NES-CO-,
declare al cuarteto como patrimonio de la humanidad.
Con los votos del
radicalismo, el peronismo y Olguita Riutort, se estableció que el municipio
arbitre todas las medidas para la “preservación”, “difusión”, “promoción” y
“fomento” del cuarteto.
Ahora, -además de
los beneficios impositivos que le concedió el gobernador De la Sota
eximiéndolos del pago de impuesto a los ingresos brutos y sellos-, el
municipio tiene la obligación de promocionar este género musical que hoy está
en manos de La Mona, un delasotista declarado, y Emeterio Farias, funcionario
de De la Sota.
Además, como si
fuera poco, la ordenanza estipuló que el cuarteto se incorpore a la currícula
de las escuelas municipales.
Además de lengua y
matemáticas tendrán que enseñar cuartetología. Es de suponer que los chicos no
se llevarán cuarteto a Marzo.
Mestre se
comprometió a la construcción del "Camino de la Fama del
Cuarteto", que al estilo Hollywood, pasará por los principales puntos
cuarteteros de La Docta, entre los cuales, sin dudas, estará la casa del Cerro
de Las Rosas de La Mona donde él vive con su ¿ex esposa? La Juana.
SEGUNDA PARTE
Una
evidente muestra de la relación con el partido cordobés, es la revista “La
Mona”.
Una revista de buen
papel y color, donde La Mona Jiménez, no dice ni una palabra del Código de
Faltas, ni de la falta de futuro de miles de pibes que lo siguen, ni de
como la merca que le come la cabeza a ciento de jóvenes.
Se dedica a hablar
pura y exclusivamente de él mismo… Del Dios de Córdoba.
De las pasiones que
despierta en sus fans, de sus discos, de sus temas, de los tatuajes de sus
fans, de sus imitadores, de lo bueno que estuvo el carnaval de los cuertetos.
Esta revista,
-dirigida por Daniel Zen, periodista del diario ultradelasotista “Alfil”-,
recibe importante pauta oficial tanto del peronismo como del radicalismo, la
pata política del partido cordobés.
Sí, como leyó,
además de todas las bananas que hace años ambos partidos le vienen tirando a La
Mona, como broche de oro, ahora lo ayudan con pauta oficial, para solventar su
egocéntrica revista.
Una pauta
publicitaria es de la defensoría del Pueblo de Córdoba, a cargo del
controvertido radical Mario Decara, que aparte de hacer oscuros negocios con el
Estado, ahora pone la cara para apoyar las propuestas editoriales de La Mona
Jimenez.
La otra es del
gobierno de De La Sota y la última, de Lotería de Córdoba cuyos ingresos un
tiempo engrosaban el Banco Social.
Las tres son los
principales auspiciantes de La Mona a quien el partido cordobés, le sigue
tirando jugosas bananas, a cambio de un par de votos y apoyo
político.
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