Carlos Caserio, de Montonero a Millonario.
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- 23 de Noviembre de 2024
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PRIMERA PARTE
“CARLOS CASERIO, DUEÑO DE UNAS
CUANTAS PROPIEDADES, EMPRESAS Y NEGOCIOS QUE NO ALCANZA JUNTANDO LAS
MENSUALIDADES DE SU AFANOSA FAMILIA”.
ESCRIBE: JORGE ZAPATA
Caserio es un ex maestro de una
escuela de de Martín Coronado, en la provincia de Buenos Aires, en el partido
de Tres de Febrero.
En plena dictadura militó en
Montoneros, actuación que lo obligó a refugiarse, en la provincia de Santa Fe.
Trabajó para la fábrica de
tractores Deutz, hasta que se trasladó a la localidad cordobesa de Valle
Hermoso. Desde allí, se las ingenió para construir su caudal político.
Carlos Caserio es hoy el jefe
político del Departamento Punilla y fue el jefe de campaña de Juan Schiaretti y
de De la Sota.
Carlos Caserio compró su
actual casa en Villa Carlos Paz en la módica suma de un millón doscientos mil
dólares, hecho que fuera oportunamente denunciado en un periódico de Córdoba
por el mediático abogado cordobés Alejandro Zeverin.
Al día siguiente de producida
la denuncia, el letrado, quien circulaba por la ruta 9, fue víctima de un
atentado en el que balearon su automóvil. Zeverin estuvo a punto de perder la
vida, y como consecuencia de este episodio, decidió desistir con sus denuncias.
Luis Juez como fiscal
Anticorrupción del gobierno de De la Sota, citó a Carlos Caserio, ministro
provincial, a los efectos de aclarar su sospechoso enriquecimiento patrimonial.
Pero Caserio jamás concurrió a
citación alguna y retrucó: "Sabés quién soy yo ? Soy el cajero". Desde
luego, se refería a su función como recaudador del Gobernador.
Papá, mamá, e hijos cobran sueldos del Estado
Provincial.
Papá es ministro de gobierno, mamá es legisladora y
los chicos acaban de ser designados para nuevas funciones: Hernán Caserio trabajaba
en Solidaridad y ahora lo hace en Agricultura. Mariana Caserio lo hacía en
Gobierno y ahora directora del Ersep.
SEGUNDA PARTE
Caserio-padre venía de ser funcionario de la
Secretaría de Agricultura y Ganadería menemista, donde recalaron varios de los
futuros funcionarios (Marcelo Falo, Elettore, Poplawsky, el zurdo Montoya) y
tras su paso como ministro, tuvo un exilio dorado en el Congreso de la Nación.
Se había distanciado de De la Sota. Hasta que
acordaron su vuelta como presidente alterno del PJ y jefe de campaña de
Schiaretti.
Su esposa, en cambio, tuvo una actuación mucho más discreta. Su rostro, es poco
menos que desconocido para la mayoría de los cordobeses pero gozando de una
jugosa dieta legislativa, que le debe a su esposo que participó en el armado de
las listas como presidente alterno del partido.
Carlos Caserio avaló, y sostuvo al cuestionado Súper Mario Decara, nombrado
Defensor del Pueblo de Córdoba por los amigos del Gobernador Schiaretti.
A Súper Mario Decara, vinculado con la megaestafa
del Registro de la Propiedad no le entran balas. “Ustedes no se preocupen”,
supo decirle a su tropa en los momentos de mayor cuestionamiento público. “Todo
pasa, todo se olvida. En tres meses nadie se va a acordar y yo seguiré siendo
Defensor del Pueblo”.
Dicho y hecho. Su cinismo político se ancla en la
realidad insolente del manejo informativo de los medios de prensa, que vienen
lavando su imagen paso a paso, con La Voz del Interior a la cabeza haciendo lo
que mejor ha hecho siempre, y siempre a cambio de algo muy parecido a dinero
público ingresando a sus cuentas en forma de avisos.
El Defensor del Pueblo obviamente no investigó el patrimonio
de Caserio. Por el contrario, él y el Defensor del Pueblo tenían
vinculación estrecha con el estudio Jurídico de Guillermo Piñeiro condenado por
estafas del Registro de la Propiedad.
Caserio vendia muñequitos rellenos de alpiste a los
turistas sobre la ruta en el Valle de Punilla. Con el retorno de la democracia
en 1983, se lo veía con un Fiat 147 recorrer el departamento militando en el PJ
para Chiche Aráoz, excelente escuela de negocios del poder.
Chiche lo ubicó en el directorio de Petroquímica
Río Tercero cuando Menem empezó su presidencia.
Y ahora, Carlos Caserio, es dueño de unas cuantas
propiedades, empresas y "negocios" que no alcanza ni juntando todas
las mensualidades de su afanosa familia.
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