PRIMERA PARTE
DYBLA, UNA
JOYA NUEVA PARA LOS MERCENARIOS DE SIEMPRE. ESCRIBE ADOLFO STRUCK
Cada hincha
de Instituto y buena parte de
los
cordobeses se emocionaron con los goles
y la magia de este muchachito oriundo de Laguna Larga .
A los
10 años ingreso a la gloria, a los
17 superó marcas históricas Mario
Alberto Kempes; hoy a los 18 años Paulo Dybala,
sueña con tener un futuro como el de Messi o el Kun Agüero en el fútbol
europeo.
Luego de
anotar 17 goles en un solo torneo Dybala se convirtió rápidamente en la promesa
futbolística del fútbol cordobés. Instituto casi alcanza la gloria de llegar a
primera gracias a él. Al mismo tiempo dos personajes con grandes fortunas y
pasados oscuros en el negocio del fútbol empezaron a hacer números con él.
Gustavo
Mascardi y Antonio “Pichi” Fauro hicieron de intermediarios en el pase del
goleador de la Gloria al Palermo de Italia, un negocio que incluyó como yapa al
compañero de Dybala, Nicolás López Macri.
La empresa
fue exitosa. Fauro observó y seleccionó a los jugadores; Mascardi, en
representación de la empresa inglesa Pencilhill Limited, compró los derechos económicos de Dybala y su
compañero por 3 millones y medio de Euros; y finalmente, se los revendió al
Palermo por la módica suma de 12 millones de la divisa europea.
El gol que
anotaron para sus cuentas bancarias Mascardi y Fauro fue de media cancha,
salvando algunos detalles formales como que los pases se negocian entre clubes,
sin intermediarios, y con la aprobación de la totalidad de las comisiones de
las entidades deportivas involucradas.
En la
segunda parte veremos más sobre este pase y la historia de los monjes negros
del fútbol Fauro y Mascardi.
SEGUNDA PARTE
Tanto para
la FIFA como para la AFA, los únicos posibles dueños de los derechos
federativos del pase de un jugador son los clubes, nunca una empresa.
Los derechos
económicos son un invento de mercado surgido ante situaciones de insolvencia de
clubes y sólo tienen validez cómo un acuerdo privado. El poseedor de tales
derechos no puede participar de la venta del pase del jugador.
A pesar de
esto la venta de Dybala y López Macri se hizo mediante una triangulación con un
privado, la firma británica Pencilhill Limited, mediante su socio argentino
Gustavo Mascardi.
Este
empresario porteño tiene un proceso judicial iniciado en su contra por la
quiebra de del club de Ferrocarril Oeste.
El
representante cordobés de Mascardi, encargado de seleccionarle jugadores para
hacer negocios, es Antonio Fauro, quién a la vez tuvo un rol protagónico en la
quiebra de Talleres.
A conciencia
de que la triangulación en la venta de estos jóvenes futbolistas no era
precisamente lícita sin la firma de las autoridades del club; Mascardi hizo
viajar al presidente de Instituto, Juan Carlos Barrera para sellar el acuerdo
con el Palermo.
La venta de
Dybala se negoció con la anuencia de Barrera, pero sin el consenso de la junta
representativa del club, especialmente con la ferviente oposición del
secretario del mismo, José Theaux.
A su regreso
de Italia Barrera se encargó de que los demás integrantes de la comisión,
excepto Theaux, convalidaran el negocio.
Ante la
prensa cordobesa la venta de ambos jugadores redituó 3,5 millones de Euros;
mientras que los diarios italianos citaron textualmente al presidente del Palermo, Mauricio Zamparini quién se jactó de
que “Dybala vale los 12 millones de euros que lo pagamos”.
En los
primeros días de julio Dybala viajó a Italia a terminar los trámites de la
ciudadanía italiana y de esta manera mantener el cupo de extranjeros del club
Siciliano.
Un día
después de haber sido convocado para la selección sub 20, Paulo firmó el contrato con El Palermo y cerró los
capítulos de una saga con ingredientes mafiosos, como las amenazas de muerte a
su hermano.
Dybala dio
un paso importante en su carrera, pero el gol se lo anotaron los mercenarios de
siempre: Mascardi y Fauro.
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