Olave: fue “protegido” por el periodismo deportivo
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- 23 de Noviembre de 2024
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EL PERIODISMO DEPORTIVO DE CÓRDOBA TRATÓ A OLAVE COMO AMIGO Y NO COMO OBJETO DE CRÍTICA. ESCRIBE: SOS PERIODISTA
El problema del periodismo deportivo local parece ser el de asumir a las fuentes de información como personas amigas y no como objeto de la crítica periodística.
De otro modo no se entiende el por qué de tanta indulgencia periodística con quienes de una u otra forma incitan a la violencia en los estadios de fútbol.
El arquero de Belgrano, Juan Carlos Olave, fue hallado in fraganti por la televisión gesticulando burlonamente contra el hincha de Talleres, que le propinó cánticos agraviantes cuando se acomodó en el arco de la tribuna norte.
Después, al ser consultado sobre los agravios, repitió verbalmente su sarcasmo.
Olave, que es un profesional y debería ser más inteligente para no exacerbar inúltilmente las pasiones de quienes no entienden sutilezas, perdió por unos instantes la razón y sucumbió a la tentación de devolver el agravio con otro gesto agraviante para todos los hinchas albiazules, no sólo para los más inadaptados.
El columnista de deportes de Canal 8, Héctor Cometto, quien al cabo del partido tuvo la posibilidad de reportear al arquero nada le preguntó sobre sus ademanes burlones, y en el comentario que hizo en el piso junto a Gerardo López habló de acabar con ese "pintorequismo" mal entendido del folclore del fútbol permisivo con la violencia. Aunque en su vaga crítica, no identificó al polémico arquero.
La Voz del Interior publicó una nota donde asegura que estos desplantes de Olave a rivales y a propios compañeros es consecuencia de su "fuerte temperamento" y condición de hincha "visceral" del club.
Recalca la nota que el arquero protagonizó varios episodios de este tipo en el pasado; en el más reciente, agredió a un bombero santafesino en un partido contra Colón.
"Muy amable en el trato diario, tiene un ácido sentido de la ironía y es requerido por sus dichos sin casete", escribió el periodista del diario Javier Flores.
La ironía es un arma de doble filo y para usarla se requiere de un sentido de oportunidad.
No es lo mismo ser irónico con un dirigente incumplidor o un compañero de vestuario, que serlo con hinchas que no reparan en sutilezas e interpretan cualquier palabra con tono burlón como una invitación al pleito.
Aunque no coincidimos con la densidad de algunas palabras, la mejor réplica a las provocaciones del arquero provinieron del ex jugador de Talleres Daniel Albornoz quien le reprochó a Olave que "con 37 años" hace "cosas de debutantes", en momentos en que "todos pedimos por la no violencia". "Es tribunero", dijo.
El problema de Olave es que tampoco mide las consecuencias de sus actos dado que se arriesga y arriesga la integridad de los suyos de recibir alguna represalia por parte de aquellos destinatarios de sus gestos burlones, que deshonran las canchas del fútbol con su violencia verbal y física.
El problema del periodismo deportivo local parece ser el de asumir a las fuentes de información como personas amigas y no como objeto de la crítica periodística.
De otro modo no se entiende el por qué de tanta indulgencia periodística con quienes de una u otra forma incitan a la violencia en los estadios de fútbol.
El arquero de Belgrano, Juan Carlos Olave, fue hallado in fraganti por la televisión gesticulando burlonamente contra el hincha de Talleres, que le propinó cánticos agraviantes cuando se acomodó en el arco de la tribuna norte.
Después, al ser consultado sobre los agravios, repitió verbalmente su sarcasmo.
Olave, que es un profesional y debería ser más inteligente para no exacerbar inúltilmente las pasiones de quienes no entienden sutilezas, perdió por unos instantes la razón y sucumbió a la tentación de devolver el agravio con otro gesto agraviante para todos los hinchas albiazules, no sólo para los más inadaptados.
El columnista de deportes de Canal 8, Héctor Cometto, quien al cabo del partido tuvo la posibilidad de reportear al arquero nada le preguntó sobre sus ademanes burlones, y en el comentario que hizo en el piso junto a Gerardo López habló de acabar con ese "pintorequismo" mal entendido del folclore del fútbol permisivo con la violencia. Aunque en su vaga crítica, no identificó al polémico arquero.
La Voz del Interior publicó una nota donde asegura que estos desplantes de Olave a rivales y a propios compañeros es consecuencia de su "fuerte temperamento" y condición de hincha "visceral" del club.
Recalca la nota que el arquero protagonizó varios episodios de este tipo en el pasado; en el más reciente, agredió a un bombero santafesino en un partido contra Colón.
"Muy amable en el trato diario, tiene un ácido sentido de la ironía y es requerido por sus dichos sin casete", escribió el periodista del diario Javier Flores.
La ironía es un arma de doble filo y para usarla se requiere de un sentido de oportunidad.
No es lo mismo ser irónico con un dirigente incumplidor o un compañero de vestuario, que serlo con hinchas que no reparan en sutilezas e interpretan cualquier palabra con tono burlón como una invitación al pleito.
Aunque no coincidimos con la densidad de algunas palabras, la mejor réplica a las provocaciones del arquero provinieron del ex jugador de Talleres Daniel Albornoz quien le reprochó a Olave que "con 37 años" hace "cosas de debutantes", en momentos en que "todos pedimos por la no violencia". "Es tribunero", dijo.
El problema de Olave es que tampoco mide las consecuencias de sus actos dado que se arriesga y arriesga la integridad de los suyos de recibir alguna represalia por parte de aquellos destinatarios de sus gestos burlones, que deshonran las canchas del fútbol con su violencia verbal y física.
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