EL GRAN NEGOCIO DE LAS ESCUELAS SHOPPINGS. ESCRIBE: ADOLFO STRUCK
La esquina del Shopping, lugar de encuentro para Emos y Floguers, epicentro de las pilcherías más coquetas de Córdoba, donde hoy se puede ir al cine o comer una hamburguesa, en otro tiempo era un lugar para estudiar, era la Escuela Olmos. En 1909, frente a la desaparecida plaza Vélez Sarsfield, se inauguraba la “Escuela Superior de Niños Varones” y en honor a su impulsor después llevaría el nombre del ex gobernador Vicente Emilio Olmos. La década del 90 había llegado y el patrimonio público de los argentinos y los cordobeses corría peligro. La joya de la abuela era el edificio de la ex escuela Olmos. Este había sido inhabilitado por su deterioro estructural, y a la par no podía ser vendido, dado que una ley lo declaró patrimonio cultural. ¡ Eureka ¡ dijo el entonces gobernador Eduardo César Angeloz, si no la podemos vender la concesionamos. Y así fue. En 1992 el consorcio encabezado por lo que hoy se conoce como grupo Reegam se llevó como trofeo la escuela Olmos por los próximos 35 años y lo convirtió en un Shopping. El negocio era redondo durante la construcción del centro de compras los concesionarios un pagaron ni medio centavo de canon a la provincia y luego de ello comenzaron pagando 5 mil pesos – dólares del momento hasta llegar a un alquiler final de 27 mil pesos. Bastaba con lo recaudado por tres o cuatro locales para abonar la ganga que el gobierno de la provincia estableció como canon. Con este negociado, Córdoba inauguró una nueva era en la Argentina: ¡ la de las Escuelas Shopping ¡
SEGUNDA PARTE
En 1992 Angeloz concesionó el edificio de la Escuela Olmos para convertirla en el Shopping más céntrico de Córdoba. El negocio que inició la gestión radical con un canon irrisorio para los concesionarios no terminó allí. En 1999, José Manuel De la Sota llega a casa de las tejas y le puso fin a 16 años de gobierno radical, pero la escuela shopping siguió firme. La sutileza angelocista de concesionar en vez de vender era historia y en el 2006 el gobernador peronista continuó con el remate. En octubre de ese año un decreto de José Manuel puso en venta el terreno sobre el cual se emplaza el Patio Olmos. 32,5 millones de pesos hicieron que el Grupo porteño IRSA, dueño del Alto Palermo Shopping de Buenos Aires, se adueñara de lo que había sido patrimonio cultural de los cordobeses a precio de terreno baldío. El negocio fue más redondo todavía. Al final de la concesión de REGAM el terrenito se convertirá en shopping para IRSA. No es cuestión de levantar la perdiz, pero el Carbó, el Jerónimo Luís de Cabrera o el Garzón Agulla todavía no fueron vendidos y tienen problemas edilicios como tuvo la Escuela Olmos. Quizás un nuevo gobernador los mire con la calculadora en la mano.
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