PRIMERA PARTE
JUAN SCHIARETTI, EL GRAN DESGASIFICADOR DE LA ARGENTINA. ESCRIBE:
LÁZARO LLORENS
El vaciamiento
del gas argentino no fue por azar.
Nuestras reservas
en algunas provincias han mermado mas del 50%.
Su deterioro se
debió a que entre 1990 y 1993, en pleno menemismo, Argentina, firmó serie
de acuerdos “fraudulentos” de
exportación de gas, que terminaron atentando contra la matriz
gasifera nacional, y en la cual intervino directamente el ex gobernador de
Córdoba Juan Schiaretti.
Los hechos fueron
denunciados, en el 2006, ante el juez federal Sergio Torres, por el abogado
Ricardo Moners Sans.
Durante años, un pool de empresas encabezadas por
Repsol-YPF exportaron a Chile, Uruguay y Brasil casi una cuarta parte del gas
que argentina producía a precios ruines, sin recibir absolutamente nada a
cambio .
Todo comenzó a
principio de los 90, cuando Schiaretti se desempeñaba en Cancillería como
subsecretario de Integración Económica Latinoamericana, (un virtual “vice-ministro”) bajo las órdenes de
Domingo Cavallo por entonces ministro de Relaciones Exteriores y Culto.
Concretamente, con Cavallo y Schiaretti en Cancillería, en agosto de 1990 el presidente chileno
Paticio Aylwin y el argentino Carlos Menem, firmaron una declaración conjunta para
la venta de gas natural argentino a Chile, a través de la interconexión
gasífera, desde los yacimientos de la cuenca neuquina”.
Chile debía
liberar varios pasos de la cordillera, a modo de garantizarle a Argentina una
salida al Pacifico, hecho que jamás aconteció.
A los días de
firmada esa declaración, comenzaron las tratativas para el tendido del primer
gasoducto.
Su adjudicación
levantó una resonante denuncia de corrupción que salpicó directamente a
Schiaretti, quien junto con Cavallo, pretendían adjudicarle de manera directa
al actual presidente de Chile José Piñera, ex funcionario de Pinochet y actual
propietario de LAN Chile, la construcción del ducto.
Según denuncia
Horacio Verbitsky el propio Schiaretti habría exigido una coima para
efectivizar tal adjudicación, denuncia que fue ratificada por el entonces embajador en Chile Spinoza Melo,
en su libro “Sobre el Volcán”.
SEGUNDA PARTE
Cuando Cavallo
pasó del Ministerio de Relaciones Exteriores al de Economía se llevó a
Schiaretti, quien pasó a ocupar
En agosto de
1991, Argentina y Chile, acordaron que Argentina se comprometía a exportar gas
natural a Chile por 30 años, y que esas exportaciones las harían únicamente
empresas privadas.
Chile pretendía
que esos suministros no se pudiesen interrumpir.
Según se expone
en la presentación judicial, la única manera de legitimar que Argentina
estuviese obligada a exportar por treinta años, con garantías de no
interrupción, un recurso no renovable y escaso como el gas natural, era con la
existencia de una reciprocidad, por parte de la contraparte, o sea con la
existencia de una efectiva bilateralidad.
Schiaretti y
Cavallo no se amilanaron por ello. A comienzos de 1992, Argentina y Uruguay
firmaron otro acuerdo “bilateral” para la exportación de gas natural.
El acuerdo
preveía que Uruguay podía autorizar a construir en un futuro dentro de su
territorio un reservorio subterráneo de gas natural, para almacenar allí parte
del gas proveniente de Argentina.
Así, ante una
eventual crisis de abastecimiento como la actual, el gas enviado y almacenado
en Uruguay sería redireccionado hacia Argentina.
El supuesto
reservorio subterráneo que era la “contraprestación energética” que iba recibir
Argentina, nunca se concretó. Por esta razón jamás volvió ninguna molécula de
gas desde Uruguay.
Inmediatamente
después se sancionó
conocida como “Ley del Gas” cuya aprobación se consiguió gracias a cinco
“diputruchos”, uno de los cuales fue condenado por
no motivó su nulidad.
Mediante ella se
ratificó los envíos de gas natural al exterior; y principalmente se autorizó la
privatización de la empresa Gas del Estado, tercera empresa de explotación de
gas en el mundo, que fue vendida según Gustavo Calleja, del grupo Moreno, a tan
solo el 10% de su valor.
Promulgada la
“Ley del Gas”, Schiaretti y Cavallo se dispusieron a concretar las
exportaciones con Chile, que hasta entonces no se efectivizaban, por que el
país trasandino seguía exigiendo la no interrupción del suministro.
Ante ello, los
funcionarios cordobeses, al igual que lo que hicieron con Uruguay, simularon una
nueva “contraprestación energética” que nunca se concretó.
Chile
absurdamente debía suministrar gas natural a Argentina, a través de un
gasoducto que interconectaría
Región XII
En la denuncia de
Moners Sanz se expone que este acuerdo era un deliberado engaño.
Los recursos
gasíferos de Chile es un país no
productor de gas natural.
El supuesto
gasoducto nunca se construyó.
Hasta el 2006 las
localidades de Santa Cruz, que debían abastecerse con gas natural chileno, se
alimentaron con gas licuado proveniente desde el yacimiento argentino Loma de
Sin embargo,
señala el ex-diputado Mario Cafiero , mediante este acuerdo fraudulento se
justificó el tendido de “siete gasoductos que llevan gas natural unilateralmente
de Argentina a Chile”
Gracias a estos
acuerdos bilaterales, negociados y delineados por Schiaretti, y sindicados de
fraudulentos ante la justicia, un pulpo de cabeza grande y contadas manos se ha
apoderó de las exportaciones de gas natural argentino.
Un pulpo cuya
cabeza fue Repsol YPF; y sus tentáculos son los diez gasoductos que abastecen
Chile, Uruguay y Argentina.
A través de
ellos, señala Cafiero, se exportó casi una cuarta parte del gas natural que
Argentina consumía internamente, sin contraprestación de ningún tipo,
reduciendo las reservas de gas de
a
Estimado a su
costo de reposición conforme el precio de importación del gas boliviano, el gas
exportado por Argentina equivale actualmente a una cifra de más de diez mil millones
de dólares, que trepa a más de diecisiete mil millones si se considera el
precio del metano en el mercado internacional.
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