LOS CORDOBESES YA NO SE DESPRENDEN TAN FÁCILMENTE DE LAS ARMAS. ESCRIBEN MARIO ALBERA Y ANALÍA REINERI DE LA DÉCIMA, PERIÓDICO DEL SUR DE LA CIUDAD
Los ciudadanos cordobeses ya no se desprenden tan fácilmente de las armas, como lo demostraron en la primera etapa de un plan implementado por el Registro Nacional de Armas (Renar) en todo el país, para desalentar el uso de armas de fuego en los hogares. Recientemente el Renar ha relanzado el plan y lo que –por ahora- revelan los números, es que el ritmo de entrega de armas en Córdoba disminuyó fuertemente. Seguramente esto se deba a la menor difusión que tuvo este segundo plan con respecto al primero, que concitó la atención y la movilización de los cordobeses. Pero lo cierto es que en la Delegación Córdoba del Renar ya no se reciben tantas armas como antes y si la cosa no cambia, difícilmente la provincia mediterránea logre igualar el record anterior y el Renar alcanzar el propósito de volver a superar las 100 mil armas. Recordemos que la vez anterior en todo el país se recolectaron más de 107.761 armas, de las cuales 9.903 armas provinieron de los hogares de Córdoba. La segunda etapa del plan, que se lanzó en abril pasado, lleva recolectadas en todo el país cerca de 14 mil armas de fuego y 642 en el caso de Córdoba. La Delegación Córdoba del Renar recibía un promedio de 412 armas ahora recibe 128, lo que significan casi 300 armas menos. ¿Significa esto que a los cordobeses ya no les interesa desprenderse tan fácilmente de las armas como lo hicieron en un principio? No estamos en condiciones de afirmarlo ya que puede pasar que muchos no se hayan enterado del relanzamiento del plan. Cabe aclarar que los incentivos económicos tanto como otros requisitos como el de ser un programa anónimo y voluntario se mantienen. Por caso, la remuneración a cambio de entregar el arma varía entre 200 y 600 pesos, dependiendo del tipo y calibre. Otra pregunta que cabría hacerse es si debido a los casos de violencia criminal que son públicos y notorios muchos cordobeses prefieren seguir armados y correr el riesgo que supone tener un arma en casa para defensa, que entregársela al Estado para su destrucción. El mismo Estado que le pide que se desarme y lo deja desprotegido. Alguien dijo por ahí: “Habrá varios que tampoco quieren desprenderse de su herramienta de trabajo”. Desde el Renar dicen que “la tenencia de armas de fuego en la Argentina en los últimos años no ha aumentado”, pero tampoco revelan las estadísticas. SEGUNDA PARTE
¿ Cuántas armas ilegales estima el Renar que hay dando vueltas por cada arma legal?
No hubo respuesta del Renar. No obstante, precisaron que las más de 107 mil armas entregadas por la población representan casi el 10 por ciento de las armas registradas en todo el país. Es decir que habría más de un millón de armas registradas. Si este mismo porcentaje se extrapola a Córdoba, deberíamos hablar más de 90 mil armas registradas aquí. El tema de la tenencia de armas en la población civil recobró actualidad con el caso Laguinge, en referencia al arquitecto cordobés que al repeler un asalto en su domicilio hirió a dos policías -uno de ellos gravemente- y terminó imputado por lesiones culposas. Justamente el Renar con su plan de desarme lo que busca es sacar las armas de los hogares para evitar que ocurran este tipo de accidentes, que a veces terminan fatalmente. Hace poco, por intentar repeler un asalto en medio de la autopista Córdoba Rosario, un hombre terminó matando a su propio hijo en la ruta. El 65% de los homicidios dolosos en Argentina no se producen en ocasión de robo ni delito sino en circunstancias de tensión personal (conflictos familiares, entre parientes o entre amigos). Sin embargo, están aquellos que con un arma en casa se sienten virtualmente más seguros, aún en una sociedad cada vez más desigual y violenta. La frase es letal: “Armarse es un riesgo; desarmarse es suicida”
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