Presunta evasión del proyecto inmobiliario Capitalinas
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PRIMERA PARTE “DEUDORES GLAMOROSOS, PRESUNTA EVASIÓN DEL PROYECTO INMOBILIARIO CAPITALINAS”. ESCRIBE: LÁZARO LLORENS
Capitalinas es un imponente proyecto inmobiliario emplazado en la calle Humberto Primo y Cañada, frente al Río Suquía, a metros del Concejo Deliberante. Abarca una manzana completa que hasta el 2006 pertenecía a la provincia y fue mal vendida por el entonces gobernador José Manuel de la Sota, hoy reelecto en el cargo, junto con el predio de la ex Villa el Pocito. Dos solemnes torres de 120 metros de altura; un centro de convenciones para mil personas; y dos núcleo de oficinas TRIPLE A (alta gama) de 34 mil metros cuadrados (ya terminados), son los íconos de este proyecto inmobiliario, que en el 2008 estuvo en el tapete cuando se conoció que sus propietarios, la empresa GNI S.A, se habían apropiado de una calle pública que está dentro del predio. Hasta allí glamour y típicos negocios inmobiliarios de alto vuelo. El único edificio que hasta ahora levantó Capitalinas, y que son dos núcleos de oficinas de 34 mil metros cubiertos, a pesar de tener una valuación fiscal sustancialmente menor a la del mercado, tiene una deuda con el municipio cordobés de 275 mil pesos (casi el equivalente a un año de tributación). A esto se le añade que desde el 2006 a la fecha, la empresa GNI tampoco habría pagado ni un centavo a la provincia por el impuesto inmobiliario urbano, dado que el terreno donde se levanta Capitalinas aún figura a nombre de la provincia de Córdoba. SEGUNDA PARTE Según el cedulón emitido por la municipalidad, el edificio de Capitalinas, de alta gama, de 34.000 metros cuadrados de superficie cubierta y 13.200 metros de terreno, está valuado en 64 millones de pesos. Por esta valuación declarada por la empresa GNI S.A., las oficinas de Capitalinas, compuestas por 282 propiedades horizontales, debe tributar al municipio 311.000 pesos al año, es decir, 26.000 pesos por mes. En la zona donde está enclavado el emprendimiento, la tierra tiene un valor de entre 1.000 y 1.200 dólares el metro cuadrado. Así lo dictaminó en mayo del 2009 un estudio de la Universidad Nacional de Córdoba, a cargo del Instituto de Investigación y Formación en Administración Pública, que fue contratado por el municipio para cotizar la calle pública que Capitalinas había expropiado indebidamente. “El valor más probable que un empresario inmobiliario podría ofrecer por el predio es 1.050.000 dólares. Se estima que los propietarios de Capitalinas, debido a la sinergia que se generaría entre el terreno y el emprendimiento, podrían pagar hasta 1.190.000 dólares”, expresaba textual el informe. De tomarse este precio, sólo por el terreno, las oficinas de Capitalinas deberían estar valuadas, como mínimo, en 56 millones de pesos. A esta cifra hay que sumarle el valor del edificio, autocatalogado por la empresa categoría Triple A, y que según fuentes del sector inmobiliario rondaría los mil dólares el metro cuadrado. Si esto se hace, la valuación fiscal del edificio sumaría otros 146 millones de pesos, que sumados al valor del terreno –56 millones– arrojaría una valuación total de 203 millones de pesos. El mismo es tres veces superior al declarado por Capitalinas –65 millones– en su respectivo cedulón. De ser esta la valuación, el municipio tendría que recibir de Capitalinas 813 mil pesos por año, y no 311 mil como percibe ahora. Además de tributar con un inmueble subvaluado, según los cedulones, Capitalinas arrastra una deuda vencida con el municipio cordobés de 278 mil pesos. Ingresando por la web a la página de Rentas de la provincia, mediante el número de cuenta, se constató que el predio donde hoy está Capitalinas, sigue teniendo como propietario a la provincia de Córdoba, que está eximido del pago de impuestos. Obviamente, sólo algún distraído puede pensar que esta “omisión” del cambio de la titularidad de un inmueble que fue vendido hace cinco años fue ingenua. Sobre todo si se tiene en cuenta que fue el propio gobierno de Unión por Córdoba el que le vendió a GNI, a tan sólo el 30% de su valor real, el valioso predio. Por el contario, gracias a este feliz olvido, GNI evitó pagar entre unos 300 mil y 800 mil pesos anuales de impuestos (depende de la valuación fiscal que se tome). Esta evasión ascendería a 900 mil y 2,4 millones de pesos, si se toman los años en que Capitalinas fue dado de alta por la municipalidad (2009-2011). Con lo cual, más allá de las manganetas fiscales aquí relatadas, el caso de Capitalinas pone en evidencia una vez más cómo, gracias a la connivencia del Estado, en Córdoba, al igual que en el resto del país, el grueso de la carga impositiva no recae sobre lo que más tienen, como aconsejan todos los manuales de economía, sino sobre los que menos poseen, cuyos flacos bolsillos, día a día, no dejan de ser estrujados.
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