Grido, una dulce y refrescante evasión impositiva
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- 23 de Noviembre de 2024
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PRIMERA PARTE
GRIDO: UNA DULCE Y REPRESCANTE EVASIÓN. ESCRIBE: ADOLFO STRUCK
El deporte más practicado por los argentinos, lamentablemente es la EVASIÓN DE IMPUESTOS.
Práctica tan ilegal como el robo a mano armada, en nuestro país parecía no tener castigo; pero en los últimos tiempos varios casos demostraron que el milagro de meter en cana a los delincuentes fiscales es posible.
En los 2 últimos años en Córdoba los titulares de los diarios empezaron a reflejar casos muy sonoros como el contrabando de 2 millones de JULIA SAÚL; las multimillonarias operaciones de sojeros para evadir impuestos, son algunas de las tantas maniobras descubiertas por la AFIP.
El caso más renombrado de los últimos meses es sin duda alguna el de las heladerías más conocidas por todos los cordobeses: GRIDO.
La empresa Helacor S.A, cuyos propietarios son miembros de la familia Santiago, fue descubierta por la AFIP en una maniobra tan compleja como enorme de evasión impositiva.
El monto alcanzó los 200 millones de pesos y la complejidad de la operación radica en la participación de cientos personas que explotan las franquicias de GRIDO.
Hoy los Santiago se encuentran en libertad bajo fianza y la historia continúa con un proceso que promete algunos años de judicialización.
SEGUNDA PARTE
Los dueños de GRIDO, Oscar Santiago y sus hijos Sebastián y Lucas, son investigados por realizar unas operaciones con los franquiciados de GRIDO, a las que llamaron W.
El fraude fiscal consistía, en primera instancia, en introducir la marca en nuevos mercados, instalando las primeras heladerías a nombre de personas físicas de confianza de los directivos o de sociedades integradas por los mismos junto a terceros leales a ellos.
En una segunda instancia transferían el fondo de comercio (bienes de cambio, bienes de uso, instalaciones y un valor llave de negocio), fijaban el valor real en un boleto de compraventa y facturaban sólo el 10% del precio, como valor llave, que está exento de IVA a fin de evadir el impuesto. Aquí se sustanciaba la evasión.
Al incluir mercaderías (bienes de cambio) en el fondo de comercio, se pasaba a otra etapa de la evasión a través de la venta de las mismas exenta de impuestos.
Además de los dueños de Helacor S.A., a la lista de imputados en la causa se sumaron nueve empleados con responsabilidades administrativas.
Luego de las advertencias del fiscal federal Enrique Senestrari, un grupo de 30 franquiciados de la marca de helados GRIDO (sobre 1.200 que tiene en total) se presentaron espontáneamente ante la Justicia Federal para colaborar con la investigación.
Dicha causa intenta determinar no sólo la responsabilidad de los directivos de la empresa fabricante, sino también de la cadena de comercialización en supuestos hechos de evasión tributaria mediante una asociación ilícita.
Luego de una tercera apelación y en contra de la opinión del fiscal, el Juez Ricardo Bustos Fierro, concedió la excarcelación a los tres principales acusados el pasado 17 de septiembre.
El caso de GRIDO puede ser una bisagra en la historia de la investigación de los delitos fiscales en nuestra provincia y una oportunidad para que la justicia demuestre que a la cárcel no sólo van los ladrones de gallinas.
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