PRIMERA PARTE
MINIBIOGRAFÍA NO AUTORIZADA DE LUIS JUEZ
ESCRIBE:
LÁZARO LLORENS
Estuvo en todas las variantes políticas: delasotismo,
menemismo, schiaretismo, cavallismo, kirchenrismo.
Hasta quiso aliarse con Mario Negri, a quien poco tiempo
antes había acusado de coimero. Y luego terminó en los brazos de Carrió.
En los ´80 lo “deslumbró” quien luego se transformaría en su
peor enemigo: el “Gallego” José M. De la Sota.
Bajo su padrinazgo, el actual candidato a senador, emergió
como jefe de
Juventud Peronista. Cargo
por el dedo del “Gallego”.
Su “deslumbramiento” por De la Sota fue fugaz.
Terminó cuando Carlos Menem y Domingo Cavallo alcanzaron la
cúspide del poder nacional. Tras su arribo, se transformó en un devoto seguidor
del presidente riojano y del economista de
Mediterránea.
Claro
En 1993, Juez acompañó al actual gobernador Juan Schiaretti,
en la cuestionada intervención federal de Santiago del Estero.
En esa oportunidad, prácticamente mudó su estudio jurídico a
la tierra de la chacarera.
Los dos abogados socios que tenía en su estudio, Carlos
Lescano y Roberto Lafurell, formaron parte de la comitiva, llegando a
desempañarse ambos como jueces de instrucción penal.
Y eso fue solo el principio.
Por esa fecha, Cavallo, por decreto también designó a
Juez como síndico de Papel Prensa.
Papel Prensa es una empresa de capitales mixtos -privados y
estatales-, pero desde su puesta marcha siempre estuvo bajo el puño de los
diarios Clarín y La Nación.
En 1995, siendo funcionario en Papel Prensa, Luis Juez, del
brazo de Schiaretti y blandiendo las banderas del menemismo, además fue electo
diputado provincial.
De esta manera, el adalid de la corrupción, llegó a ocupar
simultáneamente dos cargos públicos de considerables remuneraciones.
Lo curioso es que este doblete laboral del ex-intendente no melló su imagen.
Por el contrario, se vió fortalecida cuando dos años después
de asumir, en diciembre 1996, luego de denunciar un aumento injustificado de
las dietas de los legisladores, renunció a su banca.
Este gesto histriónico de Juez tuvo mucha repercusión.
Las páginas de los grandes diarios -los propietarios de
Papel Prensa sobre todo- lo destacaron.
A la vez que omitían decir que el legislador renunciante,
durante dos años, se había embolsado dos sueldos por parte del estado. Y que a
pesar de ese quebrantamiento de la Ley, continuaba trabajando para el Estado.
Su minibiografía nos obliga a una segunda parte… ya
seguimos.
SEGUNDA PARTE
Tras renunciar a Papel Prensa, comenzó a prepararse para las
internas partidarias por la intendencia de la Ciudad que se desarrollaron en
1998, y cuyos rivales fueron Germán Kammerath y su ex compañero de
intervenciones Schiaretti.
En esa lucha intestina, Juez se respaldó en el diputado utramenemista Humberto Roggero,
investigado por presunto enriquecimiento ilícito.
Aun así, los números no le sonrieron a Juez. Salió último detrás de Kammerath y Schiaretti.
Y tras esa derrota, en 1999, retornó a los brazos de De la
Sota, quien acababa de ganar la gobernación de Córdoba.
Como su alfil, impulsó el traslado de todas las dependencias
del gobierno al Liceo Militar.
Para eso pretendía demoler
Gobierno, lotear su terreno, y así costear su traslado.
Es decir, el proyecto de Juez era igual al que hoy realizó el gobernador
Schiaretti, con la construcción del Centro Cívico.
Sin embargo, ahora, el ex intendente lo impugna por
considerar que es “un negociado descomunal que busca reventar el patrimonio de
los cordobeses para favorecer a los empresarios desarrollistas”.
De la Sota lo designó director de Vialidad, donde tuvo un
paso fugaz, hasta recalar en la Fiscalía Anticorrupción. Cargo que terminó
catapultando a Juez a lo más alto del poder político mediterráneo.
En lo estrictamente judicial, su actuación como Fiscal Anticorrupción fue
magra. No llevó a juicio, ni puso tras las rejas, a ningún personaje cercano
poder. Tampoco investigó las causas que involucraban a ex-funcionarios
radicales, que habían dejado la provincia fundida.
A fines del 2002, De la Sota lo terminó expulsando de la Fiscalía, luego que la
justicia, a raíz de una denuncia presentada por un legislador delasotista,
imputara a Juez por haber ejercido como abogado, mientras cobraba un sueldo de
dedicación exclusiva como funcionario en Vialidad.
Su eyección de
Fiscalía Anticorrupción
Por el contrario, mostrándose ante los cordobeses como un
titán anticorrupción y un hombre de la “nueva política”, fue el trampolín que
usó para llegar, a jefe máximo del palacio municipal.
Esto aconteció en las elecciones para intendente del 2003,
cuando Juez y su flamante “Partido Nuevo” aplastaron al peronista Alfredo
Keggan, con la ayuda de punteros menemistas.
Por entonces Juez veneraba a Néstor Kirchner.
Incluso llegó a manifestar textualmente que si era
intendente iba a instalar en Córdoba “el principio de la decencia y la
honestidad en la función pública, como lo está haciendo el presidente Kirchner
en el orden nacional, con el mismo molde”.
Evidentemente que, aunque cuente chistes a granel, la falta de seriedad, es la
principal característica de Juez.
Ser serio es ser coherente. Y a lo largo de su trayectoria
política, Luis Juez ha mostrado innumerables incoherencias, un rasgo muy propio
de la vieja política.
Para poder dejar tu comentario debés ser un USUARIO Registrado a CanalZ.tv
Registrate gratis aquí o ingresá tu Usuario