Jean François
Casanovas
Mezcla rara de
Buster Keaton con Greta Garbo, creador de personajes que oscilan entre el
esplendor y lo patético, capaz de proponer mundos paralelos entre los que la
androginia, lo monstruoso, lo perverso y el humor disparatado se entremezclan
en un cocktail explosivo y perturbador, este parisino anclado en Buenos
Aires desde 1980, irrumpió en los escenarios porteños para sacudirle el polvo a
una tradición teatral ahogada en un realismo empobrecedor.
Sus espectáculos
tienen como característica el vértigo, la metamorfosis, y jamás se alejan de la
impronta del music-hall y del cabaret (géneros que abordó desde
muy joven en su Paris natal).
Son cuadros que
se suceden entre si sin aparente conexión que pueden retratar desde el
fusilamiento de los zares hasta un milonga a todo tango en algún suburbio de
Buenos Aires.
El creador del mítico
grupo “Caviar” es un actor sorprendente por su capacidad de mutar en el
escenario, por su increíble sentido de la observación para componer sus
personajes (mínimos gestos le sobran para corporizar desde Tita Merello a Marlene
Dietrich) sin caer en el afán de la imitación perfecta (con todo, el parecido
que logra de las grandes figuras de cine universal es por momentos asombroso).
Quien alguna vez
lo haya visto sobre un escenariovestido de milonguera bailando “La Cumparsita”sabe
que se trata de un artista único. Pero hay en sus creaciones algo más: su
propia mirada que nada tiene de condescendiente, lo que le otorga a sus
criaturas un vuelo inclasificable.
Detrás de sus
clásicos anteojos, se esconde un hombre tímido, culto y refinado. Como dato
curioso, Jean Francois Casanovas, escuchó por primera vez su propia voz
como actor sobre un escenario en el año 1996 en Buenos Aires (ya que hasta ese
momento prestaba a la perfección el arte del play-back utilizando
grabaciones con las voces de grandes artistas de todas las épocas). Fue cuando
el director argentino Miguel Guerberof lo llamó para que interpretara
un personaje en la obra “Las cuatro gemelas”, de Copi.
Su unión con dos
grandes creadores argentinos, Renata Schussheim y Oscar Araiz,
dio como resultado trabajos memorables, destacándose el espectáculo “Fénix”,
estrenado a mediados de los años ochenta en el Teatro Odeón de
la ciudad de Bs.As., que terminara convirtiéndose en un espectáculo de
culto.
Contrariamente a
lo que pueda pensarse por lo críptico de algunos de sus montajes, Jean
Fracois Casanovas es un actor muy popular, visitado una y otra vez por
las distintas generaciones que lo fueron y lo van descubriendo.
Y en buena hora…
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