PRIMERA PARTE
LA
CÓRDOBA LIBERTARIA Y ANARQUISTA. ESCRIBE: CECILIA RUMIE VITTAR
A
principios del siglo pasado una de las ideologías preponderantes en la
Argentina fue el anarquismo.
Su
mensaje libertario, traído desde tierras europeas, buscaba ser universalista y no clasista.
En su
pensamiento, la participación política no debía ser motivada por la clase a la
que se pertenecía, sino por la voluntad de cada individuo.
Su idea
principal era la de la libertad absoluta.
Así, la
lucha de clases era reemplazada por un concepto más amplio al plano del
enfrentamiento entre oprimidos y explotadores.
Entre
los oprimidos, no sólo estaban los obreros, sino también, los intelectuales,
comerciantes y profesionales.
Del
otro lado, el ejército, la Iglesia, y el sector empresarial.
Esta
ideología tuvo su epicentro en Buenos Aires, donde la huelga general se
convirtió en el arma política libertaria.
El
anarquismo asumió gran influencia sobre los sectores más vulnerables, que
encontraron en los centros y clubes, lugares donde integrarse a la sociedad
necesidades.
El
pensamiento ácrata, -una sociedad sin gobierno-, no renegaba de la acción política, sino de
las prácticas políticas representativas vinculadas al parlamento y al
electoralismo.
Finalmente,
en 1912 con
Saenz Peña
fin del movimiento anarquista.
La
ampliación electoral fue convirtiendo a los trabajadores en ciudadanos y
alejándolos del concepto anarquista que no pudo modificar sus ideas.
De este
modo, puede decirse que la crisis del orden conservador condujo a la crisis
política del movimiento anarquista.
¿ Y qué
hay del anarquismo en Córdoba ? Esperá la segunda parte de este informe.
SEGUNDA PARTE
Si bien
los anarquistas predominaron en la ciudad de Buenos Aires, Córdoba tuvo también
lo suyo.
En 1898
se fundó la primera escuela libertaria en Alberdi y hacia comienzos del siglo
surgieron varios círculos libertarios.
Desde
Córdoba el mensaje llegó a Santiago y San Luis.
Pero
las detenciones y deportaciones de los líderes ácratas llevaron a que se apague
su llama.
Sin
embargo, uno de los resabios que quedaron se coló por Cerro Negro, la localidad
del norte cordobés.
En
1942, Diego Abad de Santillán llegó a la localidad.
Proveniente de León, anarquista y luchador contra el
franquismo, traía consigo una historia de militancia.
En Buenos Aires fue activador de
Regional
Su vida fue un ir y venir entre España y Argentina. Siempre
luchando.
En 1942, de regreso por Argentina, se convirtió en
historiador del movimiento obrero.
En un viaje con compañeros por Córdoba se topó con el norte
y decidió fundar Cerro Negro.
Los primeros loteos se hicieron entre camaradas.
El pueblo fue creciendo y los servicios se manejaban
comunitariamente. Fue una utopía anarquista en medio de las sierras.
Hoy Cerro Negro persiste con muy poquitos habitantes, a
Con una historia rica, pero olvidada, una historia de
libertad de la cual hoy sólo quedan fantasmas.
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