DINERO, AUTOS, COUNTRY, DEPARTAMENTOS, CANCÚN, CARLOS PAZ… DEMASIADOS BIENES PARA UNA HERENCIA DE UN CASI SIEMPRE FUNCIONARIO PÚBLICO: RAMÓN BAUTISTA MESTRE. ESCRIBE: LÁZARO LLORENS
Primero lo presentamos en nuestra calesita: 1964 – SECRETARIO DE SALUD DE LA PROVINCIA. 1965 – SECRETARIO GENERAL DE LA GOBERNACIÓN. 1973 – LEGISLADOR PROVINCIAL. 1983 – INTENDENTE DE LA CIUDAD DE CÓRDOBA. 1987 – INTENDENTE POR SEGUNDA VEZ. 1994 – GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA. 2000 – INTERVENTOR FEDERAL EN LA PROVINCIA DE CORRIENTES. 2001 – MINISTRO DEL INTERIOR DE FERNANDO DE LA RÚA. La polémica en torno a la herencia de Mestre comenzó en marzo del 2003, un día después de su muerte, cuando Marta Olmedo, secretaria privada y ultima pareja del ex gobernador, con quien Mestre había tenido un hijo extramatrimonial, se presentó en el juzgado Civil y Comercial número 15, para rechazar la valuación de bienes que había hecho la familia de Mestre, con el propósito de perjudicar a su hijo, que por entonces tenía dos años de edad. Su abogado era Jorge León, quien públicamente afirma que la familia Mestre era poseedora de una herencia de 15 millones de dólares, es decir unos 57 millones de pesos actuales. “León, abogado de la familia Olmedo sostiene que el patrimonio del ex gobernador y luego ministro del Interior de Fernando de la Rúa, rondaba los 15 millones de dólares, divididos en cuentas bancarias y propiedades nacionales y en el exterior”. La historia siguió con desmentidas de los familiares de Mestre que, negaban las valuaciones de Olmedo, y afirmaban que los bienes del ex gobernador eran solo de 700 mil dólares; es decir unos 3,5 millones de pesos. “Es una infamia” dijo por ese entonces su hijo Ramón Mestre, actual intendente de Córdoba, quien añadió que su padre había trabajado durante toda su vida incansablemente, como odontólogo primero y luego como político, también su madre como escribana. La pelea siguió con una nueva denuncia de Olmedo ante la justicia, en noviembre del 2004, acusando a familia Mestre de estar practicando una “acción de simulación y de colación” de la herencia de dirigente radical. “La familia Mestre realiza maniobras para darle al hijo extramatrimonial menos de lo que le corresponde. Detectamos depósitos en el Banco Galicia y Lloyds, un inmueble en Villa Carlos Paz que Mestre compró años atrás en sociedad con Eduardo Angeloz y con otras personas, y un tiempo compartido en Cancún”, declaró por ese entonces el abogado Gustavo Liebau, nuevo representante de Olmedo. Estas nuevas denuncias provocaron la reacción de dirigentes y empresarios cercanos a Mestre quienes disparando contra el periodismo y los abogados de la familia Olmedo, emitieron un documento “deplorando el tratamiento público dado al tema por algunos medios y letrados del foro que inducen dudas sobre la honorabilidad de Mestre”. Lo firmaban, entre otros: Ramón Darwich, ex funcionario de Mestre; Luis Ferraro, titular de Córdoba Bursátil, creada por Mestre; y el diputado Oscar Aguad, actualmente procesado por la desaparición de 60 millones de dólares durante su intervención en Corrientes junto a Mestre.
SEGUNDA PARTE
Como las partes se mantuvieron irreductibles, en noviembre del 2005, la justicia ordenó realizar un proceso de mediación. En esa ocasión, Marta Olmedo, aseveró que el gobernador tenía un patrimonio que rondaba los 1,2 millones de dólares, es decir uno 6 millones de pesos actuales que se componía por: Dos autos Una casa en el country Las Delicias. Una casa-departamento en barrio Maipú. Una casa-departamento en calle Deán Funes. El 50% de una propiedad en la provincia de San Juan. El 50% de un departamento en Buenos Aires. Dos depósitos de dineros en los Bancos Lloyds y Galicia. Dos inmuebles que estaban a nombre de los hijos de Mestre. Un inmueble adquirido en sociedad con Eduardo Angeloz y otros dirigentes de la UCR. Un tiempo compartido en Cancún. Según palabras del abogado de la familia Mestre, Adan Ferrer, ex miembro del Tribunal Superior de Justicia durante el mestrismo, de este abultado patrimonio, que a primera vista excede los 1,2 millón de dólares, no se debía computar los dos departamentos que estaban a nombre de los hijos, los depósitos bancarios, la casa en Carlos Paz comprada en sociedad con Angeloz y el tiempo compartido en Cancún, es decir las propiedades más valiosas. A pesar de la polémica suscitada, luego del proceso de mediación, los cordobeses no supieron más de la millonaria herencia de los Mestre. Ante el Avispero, uno de los abogados de la causa, solo se limitó a decir que la misma se concretó y que él había cobrado su parte, dejando abierta la incógnita de cuantos bienes se hizo poseedor Mestre durante su larga carrera de funcionario público. Algo que probablemente jamás sabremos.
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